Jim Timonere ha estado observando y esperando a que el lago Erie se congelara, y lo ha estado haciendo sólo para poder tener un respiro.
Ha sido un invierno brutal para las comunidades de las orillas sudoriental y oriental del lago Erie, que se extiende en Estados Unidos por Ohio, Pensilvania y Nueva York.
En el último fin de semana de Acción de Gracias, la región quedó paralizada por una tormenta “histórica” en la que casi dos metros de nieve trastornaron la vida a lo largo de cientos de kilómetros.
“Cuando me desperté a las tres de la mañana para comprobar la nevada pensé: ‘no es para tanto’“, recuerda.
“Dos horas después, miré fuera y fue: ‘Dios mío’. Nos cayeron metros de nieve en cuestión de horas”.
Los tejados de más de una docena de estructuras en Ashtabula se derrumbaron, incluido el del instituto local, lo que obligó a cientos de estudiantes a tomar clases online durante un mes.
“Estamos acostumbrados a los 20 centímetros de nieve. Podemos soportarlo”, dice Timonere, entonces y ahora administrador municipal de una ciudad de casi 18 000 habitantes.
“(Pero) cuando empiezas a hablar de pies, y de dos a tres pulgadas [de cinco a siete centímetros] en una hora, nadie puede con eso”.
En muchos aspectos, el lago Erie es el menos espectacular de los cinco Grandes Lagos: es el menos profundo, el de menor volumen y el que está más al sur.
Pero está creando condiciones de nieve peligrosas para millones de personas desde Cleveland (Ohio) hasta Buffalo (Nueva York) y más allá.
Mientras que las nevadas en la mayor parte del Medio Oeste estadounidense han estado por debajo de la media este invierno, en las regiones situadas a sotavento de los Grandes Lagos está ocurriendo lo contrario.
En dos ocasiones en lo que va de invierno, los residentes de las costas sudoriental y oriental del lago Erie han sufrido tormentas de nieve sin precedentes, que han obligado a movilizar a la guardia nacional y a declarar emergencias por nieve.
Paradójicamente, algunas pruebas sugieren que el calentamiento del planeta podría provocar más nevadas importantes en las comunidades situadas a sotavento de los Grandes Lagos.