El papel de la Economía Azul en la protección de los océanos

En 2021, este sector en la Unión Europea empleó a 3,6 millones de personas, lo que representa un aumento del 17% en comparación con 2020. Además, el volumen de inversiones en la economía azul han incrementado de forma significativa en la última década, triplicándose en comparación con hace diez años. De hecho, entre 2018 y 2023, las inversiones en Europa alcanzaron más de 13.000 millones de euros.

Este crecimiento tiene como motor principal combatir los grandes desafíos que amenazan la biodiversidad oceánica y la estabilidad de los ecosistemas marinos. A continuación, analizamos algunos de los principales retos y cómo la economía azul trabaja para mitigarlos:

  • Crisis de los plásticos. La contaminación por plásticos es un problema grave que afecta a los ecosistemas marinos. La economía azul fomenta soluciones innovadoras, como el desarrollo de materiales biodegradables y el reciclaje de plásticos marinos.
  • Sobrepesca y degradación de ecosistemas. La pesca excesiva y las prácticas pesqueras destructivas han llevado a la disminución de las poblaciones de peces y al deterioro de los hábitats marinos. Por este motivo, la economía azul promueve políticas de pesca responsable y la restauración de ecosistemas críticos, como los arrecifes de coral.
  • Cambio climático. Los océanos desempeñan un papel crucial en la regulación del clima global, absorbiendo gran parte del calor y del dióxido de carbono generados por las actividades humanas. Este modelo busca proteger y restaurar los ecosistemas marinos para mantener su capacidad de mitigación del cambio climático.