Las calles de Palermo recibieron una nueva intervención artística con el propósito de generar conciencia sobre el impacto de nuestras acciones diarias en el ambiente. Por el mes de la Conciencia Ambiental, el mural ubicado en Honduras y Darwin que se pintó con materiales biodegradables, cuenta con un código QR que lleva a una calculadora virtual gratuita, donde quienes circulan pueden medir su huella de carbono anual. Además, quienes lo deseen, pueden compensar sus emisiones a través de la compra de créditos de carbono certificados, procedentes de proyectos de conservación y generación de energía limpia en Latinoamérica.
El proyecto no se limita al mural ya que las calles aledañas fueron intervenidas con grafitis en el suelo, guiando a las personas hacia la obra central. Además, los graffitis y el mural son carbono neutral, todas las emisiones generadas por su producción y la logística fueron medidas y compensadas, incluyendo el traslado del equipo artístico.
Mediante el arte callejero, se logra captar la atención de transeúntes de todas las edades, invitándolos a reflexionar sobre sus hábitos de consumo y a tomar acciones concretas para reducir su impacto ambiental. La integración de la tecnología, a través del código QR y la calculadora de huella de carbono, convierte a la obra en una herramienta accesible y didáctica que conecta la creatividad con la sostenibilidad.
Además, al emplear materiales biodegradables y garantizar que la producción sea carbono neutral, se refuerza el mensaje de coherencia entre el contenido y la forma. Esta propuesta no solo comunica la importancia de reducir las emisiones, sino que lo hace mediante el ejemplo. De esta manera, el arte se convierte en un agente de cambio, demostrando que es posible generar conciencia y aportar soluciones concretas desde espacios públicos, contribuyendo activamente a la lucha contra el cambio climático.