Cuidar el planeta y garantizar un entorno habitable para las generaciones actuales y futuras puede parecer un concepto abstracto. Sin embargo, la gestión ambiental está presente en las pequeñas y grandes decisiones cotidianas que adoptan las personas e instituciones. Uno de los mayores desafíos para la protección del medioambiente es la adecuada gestión de los residuos que los humanos generamos, con especial énfasis en los peligrosos y patogénicos.
En un mundo cada vez más urbanizado y tecnificado, la generación de residuos industriales, peligrosos y patogénicos es una de las principales amenazas para la salud pública y el medio ambiente. En todos los países, la actividad económica acarrea consigo una demanda de gestión de los desechos que debe ser atendida.
Los números reflejan la magnitud del problema: en Argentina, menos del 10% de los residuos industriales recibe un tratamiento adecuado. Esto implica que el 90% no se maneja correctamente, según datos de la Cámara Argentina de Tratamiento de Residuos Industriales para la Protección Ambiental (CAITPA).
Desde 2022, gracias a un convenio con la Universidad de Buenos Aires (UBA) y con la Universidad Nacional de Rosario (UNR), las empresas que forman parte de CAITPA y CATRIES (Cámara Argentina de Tratadores y Transportistas de Residuos Industriales y Especiales) miden la cantidad de residuos que reciben el procedimiento adecuado tras ser generados y, como resultado de este trabajo conjunto, se detectó que menos del 10% de los residuos que se generan reciben el tratamiento correcto.
Los cifras del año pasado muestran que en Argentina se generaron 18,2 millones de toneladas de residuos industriales, de los cuales solo el 7,1% (aproximadamente 1,29 millones de toneladas) fue tratado adecuadamente. Esto significa que casi el 93% de los residuos no reciben el tratamiento correcto, y muchos terminan en basuras ilegales, según los últimos datos difundidos por CAITPA.
Las cifras muestran la necesidad urgente de mejorar las infraestructuras, las políticas públicas y la educación en torno al manejo de desechos. Porque el tratamiento de residuos no solo tiene un impacto directo en el cuidado del medio ambiente, sino que también es crucial para la protección de la salud pública.
Los residuos industriales mal gestionados pueden liberar sustancias tóxicas en el aire, el agua y el suelo, poniendo en riesgo la biodiversidad y, a la vez, afectar la calidad de vida de las comunidades y barrios cercanos a los vertederos y sitios de disposición.
Además, los residuos patogénicos, como los que se generan en hospitales o industrias farmacéuticas, representan un riesgo específico para la salud de los trabajadores y la población en general.