A día de hoy este término se ha convertido en una palabra de dos sentidos. Porque aúna tanto el lado científico, como el político, además del económico y el social. Por eso incluye desde la defensa de la biodiversidad y el medio ambiente, hasta la reducción de la contaminación, pasando por la agricultura y la ganadería ecológicas y el ecodiseño de las cosas.
Dentro del estricto ámbito de la ciencia, un ecólogo es alguien que estudia la ecología como disciplina científica. Pero también lo es aquel que, a partir de las conclusiones de determinados trabajos de los ecologistas y de otros científicos, realizan acciones con el fin de poner en práctica medidas que apunten a ciertos objetivos medioambientalmente correctos.