Todas las actividades que realizamos en nuestra cotidianidad tiene efecto sobre el medio ambiente, desde lavar los platos, hasta cocinar los alimentos.
Es fundamental reflexionar sobre nuestros hábitos y tomar decisiones enfocadas en la protección del planeta.
Debemos identificar las alternativas sustentables disponibles en los entornos donde nos desarrollamos, escuelas, trabajo, zonas públicas, entre otros. Después tendremos que adaptar nuestras actividades diarias tomando en cuenta las opciones que disponemos.