Con respecto a las partículas PM2,5, la Comisión informó que “se trata del tipo de contaminación atmosférica más perjudicial: respirarla durante unas pocas horas o días es nocivo, y la exposición durante meses o años es especialmente peligrosa”.
Pueden entrar en el torrente sanguíneo y ser transportadas por todo el cuerpo. Se pueden alojar en el corazón, el cerebro y otros órganos.
Advirtieron: “El material particulado PM2,5 se asocian a múltiples causas de muerte -como las cardiopatías coronarias, el cáncer de pulmón, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica y la neumonía-, así como a enfermedades cardiovasculares y respiratorias, incluido el asma”.
Los niños, las personas que cursan un embarazo, las personas mayores y las personas con enfermedades cardíacas y pulmonares “son especialmente vulnerables”.
Días atrás, en la Conferencia Mundial sobre Cáncer de Pulmón 2024 también se puso foco en las peligrosas partículas PM2,5. Yixian Chen, investigadora del Instituto de Investigación Oncológica de la Columbia Británica, en Vancouver, Canadá, presentó un estudio con 255 participantes.
Reveló que la exposición reciente a PM2,5 puede influir significativamente en el desarrollo de cáncer de pulmón en mujeres que nunca han fumado productos del tabaco, con notables diferencias en los diagnósticos de estadio IV entre las pacientes con la mutación EGFR+.