Los ejes del Seminario de Pensamiento Económico Argentino

En los primeros tres encuentros del año los especialistas abordaron la vinculación entre el desarrollo económico y el cuidado medioambiental, a la vez que explicaron la realidad financiera argentina en relación con el resto de Latinoamérica.

Los especialistas en economía y medioambiente que participaron de los tres primeros encuentros del Seminario de Pensamiento Económico Argentino explicaron que el crecimiento económico de un país no debe ir en desmedro de sus recursos naturales ya que las crisis medioambientales generan una caída del PBI. Asimismo, pusieron de manifiesto el contraste actual entre la economía argentina y la del resto de Latinoamérica ya que en 2024 nuestro país experimentará una caída del 3% de su Producto Bruto Interno (PBI), mientras que la región se expandirá un 2.1%, según los últimos datos publicados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

La primera charla contó con la exposición del Licenciado en Economía del Centro de Estudios de Estado y Sociedad (CEDES) Martín Rapetti, del especialista en Desarrollo Económico Andrés López (UBA) y de la Licenciada en Economía Roxana Maurizio (UBA).

La exposición de Rapetti estuvo dividida en etapas históricas. Para él, desde 1950 hasta 2000 no existían grandes diferencias en el desarrollo de los países latinoamericanos. Sin embargo, desde 2000 hasta la actualidad, los senderos se bifurcaron y algunos países experimentan crecimiento y otros, en especial la Argentina, un retroceso. A partir de un gráfico, basado en datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rapetti demostró que en este último escenario nuestro país experimenta una inflación interanual superior al 211%, mientras que otros, como Uruguay y Chile, registran 5% y 3.9%, respectivamente.

Maurizio, investigadora de la UBA , basó su ponencia en cuestiones vinculadas con el mundo laboral y la evolución e involución de las condiciones de trabajo en los últimos 30 años. Desde 1994 hasta 2002 hay, sostiene, un debilitamiento de las instituciones laborales y un aumento de la informalidad y de la desigualdad; desde 2003 hasta 2014 esta situación se revierte y se genera una reducción de la desocupación y de la desigualdad a la vez que comienza un proceso de formalización laboral. Luego, desde 2015 hasta 2019, se destaca un panorama laboral complejo y una ralentización de las mejoras; finalmente una generalizada caída en los ingresos reales en la etapa que abarca desde 2020 hasta 2023.

Andrés López indicó que es prioritario definir qué significa que un país sea desarrollado y destacó que todos los países pobres se parecen ya que viven situaciones homogéneas. En cambio los países ricos son un conjunto bastante heterogéneo. “Tenemos países como Luxemburgo, Irlanda, Qatar y Noruega que entre sí son bastante diferentes”, mencionó. Además, subrayó que la diversificación productiva es clave: “Los países más ricos son los que tienen una estructura diversificada y altos niveles de complejidad económica. Se trata de diversificar la economía para no depender únicamente de los recursos naturales porque se ha visto que los países que dependen de esta única variable no son los países ricos”